Cuando tu familia te hace más mal que bien: familias patológicas
En la vida cotidiana es común que cada familia tenga una discusión ocasionalmente, pero si siempre has sentido que te conviertes en tu peor versión cuando regresas a casa, tu familia podría estar pisando un territorio "tóxico".
Aunque no es del todo correcto emplear el término tóxico a cada persona, situación o comportamiento patológico o dañino al ser humano, este término ha tenido bastante aceptación en la población ya que da una idea clara, sin tecnicismos y abarca ciertas características que dañan de manera física y psicológica a ciertas relaciones interpersonales e individuos que en estas relaciones las practican o las han padecido. Al hablar de toxicidad, desde un enfoque estrictamente literal nos estaríamos refiriendo a que contiene veneno o produce envenenamiento, perteneciente o relativo a una sustancia tóxica, lo cual no ha sido encontrado en ningún ser humano, pero seamos flexibles y utilicemos hoy este concepto para sonar más prácticos.
"Las personas tóxicas son agotadoras; los encuentros con ellas nos dejan emocionalmente agotados", dice la autora y Psiquiatra Abigail Brenner, "El tiempo con ellos se trata de ocuparse de sus asuntos, lo que nos dejará sintiéndonos frustrados e insatisfechos, y posiblemente hasta enojados.
Con lo anterior de contexto aquí algunas señales de que tu familia podría ser tóxica:
Se ponen celosos o intentan competir contigo.
Tu papá soñaba con ser futbolista, pero se fregó la rodilla y se convirtió en empleado postal, luego cuando te eligieron delantero del equipo de la escuela y posteriormente de un seleccionado estatal a los 12 años, tu padre pasó horas mostrándote videos de sus viejos partidos y terminó teniendo dolor de cabeza la noche de tu gran debut. Si bien puede parecer ridículo que un adulto esté celoso de un niño de 12 años, es una dinámica que las personas en familias tóxicas conocen muy bien.
Reaccionan exageradamente.
Tu mamá está, justificadamente, muy enojada ya que quebraste parte de la vajilla heredada por la abuela al correr por la cocina en una fiesta familiar a los nueve años, pero ella todavía pierde los estribos regularmente por cosas completamente banales que actualmente haces como adulto (como llegar tarde a la comida de fin de semana por que quedaste atrapado en el tráfico en una manifestación), esta interacción tiene rasgos "tóxicos" por todas partes.
Te comparan.
Son tres hermanos, tú y tu hermana mayor son dos personas completamente diferentes, pero debido a que ella es una doctora con dos hijos y tú una recepcionista de un hotel local, soltera y sin hijos, a tu hermano, el de en medio, le encanta tratar de enfrentarlos a ustedes dos. Tu hermana mayor toma el camino correcto y no hace caso a los comentarios, pero las constantes burlas de tu hermano mediano, te hacen sentir insegura y atacada.
Actúan como víctimas.
A veces, los padres no pueden evitar que sus hijos se sientan culpables. ("¿Cómo que no vas a volver a casa para Navidad?") Pero hay una diferencia entre expresar decepción y crear un ambiente tóxico al culpar a los demás por sus sentimientos. Si tu mamá se niega a hablar contigo durante una semana porque decidiste pasar Navidad con amigos este año, podrías estar en territorio tóxico.
No respetan tus límites.
Amas a tu hermana, pero ella siempre ha sido impulsiva. Tiene la costumbre de presentarse en tu casa sin previo aviso, esperando poder dormir en el sofá por un par de días, tú, cedes porque la amas, pero incluso después de pedirle que deje de aparecer sin llamar, ella continúa haciéndolo.
Siempre tienen razón.
Tus padres han odiado a todas las personas con las que has salido y empiezas a sentir que nadie va a ser lo suficientemente bueno para ellos. Las personas con las que entablas relación tienen opiniones similares sobre tus objetivos profesionales, amigos y casi todas las áreas de tu vida por lo que has comentado con tus padres que estás contento con tu vida y las personas que la componen, aun así ellos continúan entrometiéndose en tus relaciones y opinando o criticando cada decisión que tomas, entonces la relación con tus padres podría estar al borde, o ya inmersa en conductas tóxicas.
Dan ultimátum.
Se supone que el amor de un padre es incondicional, ¿verdad? Pero tu madre constantemente establece condiciones que se sienten sospechosamente como amenazas, de hecho, si has escuchado las palabras, "si no _________________ * (llena el espacio en blanco) ya no eres mi hijo", más de una vez, estás frente acciones muy tóxicas.
Las conversaciones siempre son sobre ellos.
Acabas de hacer una llamada telefónica de 45 minutos con tu hermana y te das cuenta de que no te hizo una sola pregunta sobre tu vida o cómo te va, si estabas lidiando con una crisis personal o tenías noticias emocionantes. Si esto sucede cada vez que hablan, entonces podrías estar en una relación tóxica. (Especialmente si te acusa de no preocuparte por ella si tratas de cambiar la conversación hacia ti).
Drenan tu energía.
¿Te sientes totalmente agotado cada vez que interactúas con un miembro de la familia en particular? No estamos hablando de sentir que necesitas estar solo por un tiempo, algo que puede suceder incluso con las personas que amamos (los introvertidos en particular pueden encontrar las interacciones agotadoras). Interactuar con una persona tóxica puede hacerte sentir derrotado, ya que sus tendencias dramáticas, de víctima, necesitadas y de alto mantenimiento pueden absorberte la energía.
Y es que muchas veces en consulta menciono a mis pacientes que la familia está sobrevalorada, y más en nuestra cultura; tener que callar, aguantar, soportar y manejar malos tratos, manipulación, chantaje, victimización y hasta difamación solamente por que quien la ejerce es nuestra familia suena enfermizo, pero lo es solamente en el grado en que nosotros lo permitamos, es decir padecer a una familia toxica es opcional.
Sistémicamente muchas veces es difícil romper lazos que se han creado desde nuestro nacimiento, lo es aún más cuando existen apegos mal entendidos, dependencia, codependencia o ha habido una crianza defectuosa en la que el individuo no fue dotado de herramientas sociales funcionales para lidiar con la vida cotidianamente.
"La separación es un concepto emocional y no tiene nada que ver con la proximidad física", dice Darlene Lancer, Autora y Terapeuta Matrimonial y Familiar "Significa no reaccionar, no tomar las cosas personalmente y no sentirse responsable de los sentimientos, deseos y necesidades de otra persona". Ahora que eres adulto, no estás obligado a pasar el rato con tu familia cada segundo libre que tienes... o incluso en absoluto, establece, los límites que mejor te funcionen.
Si te inundan las críticas de tus padres, hermanos, tíos, primos, abuelos, etc. sobre la decisión de ser psicólogo, músico o escritor, entonces deja de hablar de eso con ellos y si ellos lo mencionan, corta la conversación lo antes posible y cambia de tema, así sería como podrías poner límites sobre ciertas conversaciones.
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Una
herramienta para evitar que las personas tóxicas intensifiquen sus acciones
(ataques) es "La Piedra Gris" que contempla actuar de la forma más aburrida,
poco interesante y desconectada posible, y así a las personas tóxicas les
resultará menos emocionante tratar de manipularte y elegirán otro objetivo,
para esto necesitarás algunas habilidades de actuación, pero no tienes que ser
Meryl Streep para dominarla. Durante cada interacción con la (s) persona (s)
tóxica (s), el truco es hablar con una voz neutral, hablar de temas aburridos,
no hacer contacto visual y dar respuestas cortas y genéricas y si la persona
tóxica trata de sacarte de quicio, no te involucres emocionalmente.
Lidiar con un miembro tóxico de la familia es difícil y nunca se sabe qué lo va a desencadenar, por eso es útil tener una o dos frases a la mano que puedas repetir cada vez que te den un consejo no solicitado o te pidan que hagas algo. Para el primero, qué tal la frase: "Puede que tengas razón". Y para el segundo caso, prueba con: "Tengo que pensarlo". Por ejemplo:
Papá: No sé por qué sigues comiendo tanto, deberías ponerte a dieta o ir al gimnasio.
Tu: Puede que tengas razón. Entonces, ¿Qué deberíamos hacer para el próximo cumpleaños de mamá?
Uno más:
Hermana: No puedes faltar a la fiesta familiar que se organizó, sería una falta de respeto y educación.
Tu: Tengo que pensarlo. Tengo muchas cosas sucediendo en las próximas dos semanas y necesito ver si eso es factible para mí.
Es importante saber que aunque la familia suele ser ese espacio en donde nos sentimos más confortados, comprendidos, no juzgados y en paz, muchas veces también es el lugar que funge como raíz de nuestras inseguridades, frustraciones, enojos e infelicidad por lo que deberíamos mantener distancia o una comunicación asertiva ante cualquier molestia y una capacidad firme para poner límites que nos permitan ser un individuo que se comprende con su familia, sin su familia y a pesar de su familia.
By Federico Schuster