El crítico y el criticón
Ser CRÍTICO es un estilo, una actitud y una postura exigente y difícil de mantener intelectualmente. Para ser crítico hay que cultivar el gusto por la lectura, del estudio, cultivo de la capacidad de discernimiento entre lo que es cierto, fundado y coherente. Cuando el crítico opina lo hace con base en hechos, datos y conocimientos de causa, jamás se compromete con una sola realidad, porque comprende su contraste y la dualidad de las diversas situaciones, se expresa con prudencia, cuidado y respeto, evita hacer daño con lo que dice porque su fin es transformar para bien la situación desde un punto reflexivo.
En cambio; el CRITICÓN normalmente proviene de ambientes y estilos de crianza hipócritas donde fue duramente señalado y juzgado. El criticón vive un malestar y un dolor permanente que escupe a todo el que se atraviesa ya que desea que le acompañen en su amargura, por lo general los criticones tienden a juntarse, tiene verdades absolutas y cualquier explicación de primera mano le sirve fácilmente, la da por hecho, no admite diatribas ni revisión. Usa la crítica como mecanismo de defensa inconsciente: la proyección. Crítica primero para defenderse y alejar a los demás, descalifica antes de ser descalificado.
Se esconde para opinar y sobre todo para evitar comprometerse con lo que dice...eso sí!! Si la cosa sale mal como ellos habían inferido, son los primeros en salir a decir "se los dije". Siempre viven en una especie de veneno emocional ....no permita ser arrastrado a ese veneno si está bajo la acusación constante de un criticón, generalmente solos se hunden, la frustración de verte bien los agota.
