Inteligencia Artificial ¿Cada vez menos emocional?

La inteligencia artificial es una constelación de tecnologías diferentes que trabajan juntas para permitir que las máquinas sientan, comprendan, actúen y aprendan con niveles de inteligencia similares a los humanos. Tal vez por eso parece que la definición de inteligencia artificial de todos es diferente: la inteligencia artificial no es solo una cosa.
- Aplicaciones meteorológicas
- Asistentes digitales
- Software que analiza datos para optimizar una función empresarial determinada
Estos sistemas son poderosos, pero el campo de juego es estrecho: tienden a centrarse en impulsar la eficiencia. Pero, con la aplicación correcta, la IA estrecha tiene un inmenso poder de transformación y continúa influyendo en la forma en que trabajamos y vivimos a escala global.
La IA general se parece más a lo que se ve en las películas de ciencia ficción, donde las máquinas sensibles emulan la inteligencia humana, pensando de manera estratégica, abstracta y creativa, con la capacidad de manejar una variedad de tareas complejas. Si bien las máquinas pueden realizar algunas tareas mejor que los humanos (por ejemplo, el procesamiento de datos), esta visión completamente realizada de la IA general aún no existe fuera de la pantalla grande. Es por eso que la colaboración entre humanos y máquinas es crucial: en el mundo actual, la inteligencia artificial sigue siendo una extensión de las capacidades humanas, no un reemplazo.
La inteligencia artificial ha sido durante mucho tiempo un tema de anticipación entre la cultura popular y científica, con el potencial de transformar las empresas, así como la relación entre las personas y la tecnología en general.
Debido a la proliferación de datos y la madurez de otras innovaciones en el procesamiento de la nube y la potencia informática , la adopción de la IA está creciendo más rápido que nunca. Las empresas ahora tienen acceso a una cantidad de datos sin precedentes, incluidos datos profundos que ni siquiera sabían que tenían, ahora estos son oro molido para el crecimiento de la IA.
La inteligencia artificial no se trata solo de eficiencia y agilización de tareas laboriosas. Gracias al aprendizaje automático y al aprendizaje profundo, las aplicaciones de inteligencia artificial pueden aprender de los datos y los resultados casi en tiempo real, analizando nueva información de muchas fuentes y adaptándose en consecuencia, con un nivel de precisión invaluable para las empresas.
Ninguna introducción a la inteligencia artificial estaría completa sin abordar la ética en la IA. La IA avanza a un ritmo vertiginoso y, al igual que con cualquier tecnología poderosa, las organizaciones deben generar confianza con sus usuarios o consumidores y ser responsables con ellos.
La privacidad de los datos y su uso no autorizado en la IA pueden ser perjudiciales tanto para la reputación como para el sistema. Las empresas deben diseñar la confidencialidad, la transparencia y la seguridad en sus programas de inteligencia artificial desde el principio y asegurarse de que los datos se recopilen, utilicen, gestionen y almacenen de forma segura y responsable.
La idea es transformar el futuro de la IA sin dañar la buena voluntad de las personas leales. No hay duda de que el futuro de la Inteligencia Artificial es apasionante y extremadamente prometedor, el nuevo desafío será no dejar de lado la interacción interpersonal considerando que en un parámetro de "normalidad" si hay algo que disfruta el ser humano, es el contacto con otro ser humano en donde la IA deberá tener cabida como herramienta para la simplificación de las tareas de la vida diaria.
By Federico Schuster