RELACIÓN ENTRE LA DEPRESIÓN, LA ANSIEDAD, EL ALCOHOL Y OTRAS DROGAS

26.10.2022

Parte de la esencia del ser humano es experimentar estados de ánimo y fluctuaciones en el mismo a lo largo de nuestra vida.

Al igual que el clima es cambiante también lo son nuestras emociones. En ocasiones e incluso en un mismo día, podemos sentirnos "agüitados", "tristes" o "abatidos" o sentir dolor por una pérdida, una crisis o una decepción, del mismo modo, podemos sentirnos ansiosos ante un evento de alta presión, una mudanza o al entrar en cualquier entorno que nos haga sentir inseguros o cohibidos, podemos preocuparnos por nuestra salud, el bienestar de nuestros amigos y familiares o por pagar nuestras deudas, si nunca nos sintiéramos tristes, ansiosos o preocupados en nuestras vidas, no seríamos humanos.

Todos usamos sustancias, muchas de las cuales afectan nuestro estado de ánimo, ya sea que comamos algo que nos dé placer (como el chocolate), disfrutemos de una copa de vino para realzar una comida o tomemos un medicamento recetado para controlar el dolor de una lesión reciente, el uso de sustancias es una parte aceptada de la vida.

Muchas personas pueden consumir sustancias con moderación (ya sean legales o ilegales), sin experimentar problemas, lo que debemos recordar es que todas las sustancias tienen efectos y algunas tienen mayores riesgos.

No es normal ni saludable estar en un estado constante de temor, desesperación o disfuncionalidad, ya seas hombre o mujer, si eres un niño, un adolescente o un adulto. Cuando estos sentimientos de depresión y/o ansiedad persisten, cuando interfieren con la vida diaria o cuando están fuera de proporción con cualquier evento desencadenante, puede haber un trastorno clínico subyacente que requiere intervención.

Más del 30 % de las personas diagnosticadas con un trastorno del estado de ánimo o de ansiedad padecen o tienen un problema de adicción al mismo tiempo. Los síntomas más comunes de la depresión y el trastorno de ansiedad son pensamientos angustiantes, fatiga, insomnio, dificultades para concentrarse y la falta de motivación.

Las benzodiacepinas son una clase de tranquilizantes menores que incluyen pastillas para dormir como Valium, Ativan, Xanax, Serax, Rivotril, entre muchas otras que se recetan para ayudar a las personas a lidiar con los problemas del sueño, la tensión muscular, la ansiedad, la depresión y el estrés, también se conocen como sedantes o pastillas para los nervios, pueden ser útiles a corto plazo para reducir la ansiedad y ayudar a dormir durante una crisis. No se recomienda el uso prolongado y puede provocar dependencia física, mental y síntomas graves de abstinencia.

Los antidepresivos son una clase de medicamentos que alivian los síntomas de la depresión mayor, funcionan para corregir un desequilibrio químico en el cerebro al actuar sobre los neurotransmisores (serotonina, noradrenalina y dopamina) que actúan como mensajeros químicos entre las células cerebrales. Hay varias familias diferentes de antidepresivos, cada una con un efecto ligeramente diferente sobre uno o más de estos químicos, varios tipos de antidepresivos también pueden ayudar a aliviar los síntomas de los trastornos de ansiedad, incluidos el pánico o los pensamientos obsesivos, los antidepresivos no son adictivos, pero la interrupción del uso debe ser un proceso gradual y supervisado por un médico tratante o Psiquiatra.

Los excesos en el consumo de alcohol durante el fin de semana, el uso excesivo de medicamentos recetados, el consumo de "drogas sintéticas" en una fiesta rave, beber más de cinco tazas de café y consumir cocaína son solo algunos ejemplos de formas potencialmente problemáticas de consumo de sustancias. Por lo general, cuando surgen problemas por el uso de sustancias, hay muchos otros factores diferentes en juego y cuando la depresión o la ansiedad entran dentro de esta fórmula el uso de sustancias puede convertirse en un signo de automedicación.

'Automedicarse' es usar sustancias (sin supervisión médica) para intentar adormecer o distraerse de los síntomas negativos, el dolor y el estrés a través de sustancias como el alcohol y otras drogas, una persona puede estar buscando aliviar una sensación de ansiedad, depresión, impotencia, dolor o aburrimiento que puede estar invadiendo su vida, también pueden estar usando estas sustancias para tratar de aliviar los síntomas físicos o los efectos secundarios de otros medicamentos.

El uso inapropiado de algunos medicamentos recetados para tratar la depresión o la ansiedad puede provocar problemas de consumo de sustancias, algunos medicamentos como las benzodiacepinas (una clase de tranquilizantes recetados con frecuencia para la ansiedad) pueden provocar dependencia física y mental, y la abstinencia puede ser muy difícil.

Las interacciones entre la ansiedad o la depresión y el consumo de sustancias son complejas, si bien las personas con problemas de salud mental pueden usar sustancias como mecanismos de afrontamiento, el uso de sustancias también puede empeorar o desencadenar ansiedad o depresión, por ejemplo, el alcohol puede aliviar temporalmente los sentimientos de ansiedad; sin embargo, el abuso de alcohol a largo plazo y la abstinencia aguda de alcohol a menudo pueden aumentar los niveles de ansiedad, la depresión y la ansiedad también están asociadas con el uso prolongado o la abstinencia de muchas sustancias, incluidos los estimulantes, las drogas sintéticas, el cannabis, los opiáceos y el alcohol.

Otra consideración es que puede haber una causa subyacente común que contribuya tanto a los problemas de salud mental como al consumo de sustancias, por ejemplo, las personas que han experimentado experiencias adversas, como traumas o abusos en la infancia, tienen muchas más probabilidades de experimentar problemas de consumo de sustancias, depresión y/o ansiedad.

Los trastornos del estado de ánimo, los trastornos de ansiedad y los problemas por el consumo de sustancias tienen mucho en común: cada uno puede dar lugar a pensamientos y sentimientos negativos, como impotencia, vergüenza y culpa; cada uno puede conducir a comportamientos de evitación y aislamiento de la vida social; y cada uno de ellos puede tensar las relaciones personales y los recursos de afrontamiento, e interferir con el funcionamiento diario.

Como puedes ver, los trastornos del estado de ánimo, la ansiedad y el uso de sustancias tienen síntomas únicos, así como síntomas comunes a las tres afecciones. Cuanta más información puedas brindarle a tu profesional de la salud sobre la gama completa de síntomas físicos y psiquiátricos que sientes, mejor podrá él o ella identificar el problema principal, así como cualquier problema concurrente.

Ante un problema emocional, conductual o disfuncional recuerda que debes acudir con la atención psicológica de tu elección, es importante que recuerdes que en México ningún Psicólogo podrá prescribirte algún fármaco por lo que en ese caso debes acudir con la atención psiquiátrica de tu preferencia, ante un problema de depresión mayor o de adicciones, lo más recomendable es llevar un tratamiento multidisciplinario con atención psiquiátrica y psicológica al mismo tiempo.


By Federico Schuster